¿Sientes que ciertos pensamientos no te dejan en paz? ¿Que te preocupas sin parar, rumias una y otra vez o imaginas situaciones que no paran de dar vueltas en tu cabeza?
Si esto te pasa, puede que estés lidiando con obsesiones. En Arimarekin Psicología, tu centro de psicología en Bilbao, queremos ayudarte a entender qué es eso de “obsesión”, de dónde viene y qué pasos concretos puedes dar para que deje de interferir en tu vida.
¿Qué es una obsesión?
- Un pensamiento que se repite sin que lo quieras.
- Algo que te genera ansiedad, culpa o vergüenza.
- Una idea que parece escapar al control: no basta con “olvidarla” o intentar dejarla de lado.
- No solo habla de pensar mucho: es cuando pensamos demasiado, sin descanso, hasta que te agotas mentalmente.
¿Por qué me obsesiono? Orígenes según la Psicoterapia Integrativa Relacional
Desde la óptica de la psicoterapia integrativa relacional (y según las ideas de Richard Erskine), la obsesión puede tener raíces profundas en nuestras relaciones, en nuestra historia emocional, en lo que no hemos podido expresar o sentir. Aquí algunos puntos claves:
- Necesidades relacionales no satisfechas.
Todos necesitamos ser vistos, escuchados, seguros, reconocidos, conectados. Si en tu infancia o en relaciones importantes actuales esas necesidades no fueron o no están siendo atendidas con regularidad o consistencia, puede quedar un vacío interior. La obsesión muchas veces es un intento de “llenar” ese vacío mentalmente, de anticipar lo que no pudo anticiparse, de controlar lo que no pudo controlarse. - Patrones relacionales y guiones internos
Richard Erskine habla de “guiones de vida” como historias internas que aprendemos de pequeños: “si no me preparo, algo malo pasará”, “yo debo controlar para estar seguro”, “nunca puedo confiar plenamente”. Cuando esos guiones están activos, pueden alimentar obsesiones: pensamientos que dicen “si no reviso, fallaré”. - Función de protección y evitación
La obsesión muchas veces “protege” frente al dolor: evita que sientas algo difícil (vergüenza, miedo, abandono) o anticipa lo que podría salir mal para sentir que al menos “estás preparadx”. Es una estrategia de control que alguna vez fue útil, pero que ahora te encierra. - Desconexión emocional o disociación interna
En muchas personas, la obsesión surge cuando no se puede tolerar lo que hay dentro: sensaciones corporales intensas, emociones antiguas, recuerdos dolorosos. Entonces la mente toma el control y mantiene “segura” esa zona interior, evitando que se desborde. En la terapia integrativa relacional se busca reactivar el contacto con esas partes olvidadas. - Relaciones actuales que activan lo antiguo
Lo que ocurrió en el pasado no queda quieto; se revive en nuestras relaciones presentes: pareja, amistades, familia, incluso en el vínculo con el terapeuta. En la terapia, estos disparadores relacionales permiten ver los patrones viejos y transformarlos. - La relación terapéutica como espacio de reparación
Para Erskine, curar la obsesión no es solo cambiar pensamientos, sino encontrar en la relación terapéutica un lugar seguro donde sentirte reconocido, acompañado, validado, con alguien que puede sostener lo que estás viviendo. Esa experiencia reparadora permite que los patrones obsesivos cambien con el tiempo.
¿Qué puedo hacer para que la obsesión me afecte menos?
Aquí tienes algunas sugerencias (no es una “receta mágica”, sino caminos posibles) que pueden ayudarte si estás lidiando con obsesiones:
- Reconoce sin juzgar
Cuando aparece un pensamiento obsesivo, no te machaques por tenerlo. Intenta reconocerlo con curiosidad: “Ah, ahí está otra vez”. Eso reduce la presión de “qué malo soy por pensar esto”. - Explora qué hay detrás
Pregúntate: ¿Qué emoción difícil me teme este pensamiento? ¿Qué vulnerabilidad está activada? Tal vez hay miedo a que me rechacen, inseguridad, culpa antigua. Lo importante es dejar que eso emerja. - Trae tu cuerpo
Conecta con sensaciones físicas: pulsa, tacto, respiración, calor, tensión. A veces el cuerpo nos revela lo que la mente trata de tapar. Haz pausas para respirar conscientemente, notar qué se activa dentro. - Desafía los guiones internos
Cuando el pensamiento obsesivo dice “si no reviso, algo malo va a pasar”, míralo: ¿es verdad siempre? ¿Cuál es otra mirada? Puedes preguntarte: “¿Qué evidencia real hay?”, “¿Qué pasaría si no reviso esta vez?”. No se trata de forzar otro pensamiento, sino de abrir un espacio de duda. - Expresa lo que sientes
Escribe un diario, habla con alguien de confianza, dibuja, usa metáforas. Lo que está dentro quiere salir. Darle forma “externa” reduce su peso interior. - Practica tolerancia a la incertidumbre
Muchas obsesiones nacen del miedo a no saber, a que algo malo pase sin poder preverlo. Puedes entrenarte a tolerar no tener la certeza absoluta. Pequeños ejercicios: dejar de revisar, postergar la comprobación, exponerte a no tener respuesta inmediata. - Busca acompañamiento terapéutico
En terapia, puedes explorar estos patrones, ser acompañado en los momentos intensos, trabajar en tu historia relacional. Esa relación terapéutica puede transformarse en uno de los agentes de cambio más importantes.
Cuándo pedir ayuda profesional
- Si la obsesión te roba horas del día, imposibilita concentrarte, dormir, estar presente o disfrutar.
- Si hay ansiedad tan alta que empiezas a evitar situaciones, personas o actividades.
- Si se acompaña de tristeza fuerte, aislamiento, culpa excesiva, vergüenza persistente.
- Si has intentado estrategias por tu cuenta y nada ha cambiado o mejora muy poco.
- Si te afecta en la forma que estás teniendo de mirarte a ti misma/o.
- Si te influye en tus relaciones, en tu forma de estar presente y/o comprenderlas.
En esos casos, una psicoterapeuta especializada en la psicoterapia integrativa relacional puede acompañarte con herramientas específicas, comprensión profunda y una relación segura que ayude a sanar aquello que está haciendo que estos pensamientos obsesivos emergan.
Conclusión
La obsesión no es algo que debe definirte. Es una señal de que necesitas ser vista/o, escuchada/o y acompañada/o. Con el tiempo, y con la ayuda adecuada, puedes recuperar más libertad mental, sentir menos que los pensamientos te controlan, y vivir más plenamente en el presente.
Si te reconoces en lo que has leído, en Arimarekin Psicología, centro de psicologia en Bilbao, estamos aquí para acompañarte. No tienes que hacerlo sola/o.
Marina Ferreras Picazo
Psicóloga General Sanitaria
Psicoterapia Integrativo Relacional y Sistémico Relacional.
Nº de colegiada: BI04966
Referencias
Erskine, Richard G. (2011) “Attachment, Relational-Needs, and Psychotherapeutic Presence.” International Journal of Integrative Psychotherapy, 2 (1).
Erskine, R. G. (2017). Análisis Transaccional de la Obsesión: Integrando diversos Conceptos y Métodos. Revista de Psicoterapia, 28 (107), 231-258.